Se hacía llamar Dulcinea del Toboso (en realidad se llamaba Aldonza Lorenzo),
Su enamorado era don Quijote de la Mancha. Decía que don Quijote
había salido hacia lejanos reinos en busca de aventuras y peligros
para hacer méritos y, a la vuelta, poder casarse con una
dama tan importante como ella. Se pasaba todo el tiempo
asomada a la ventana esperando el regreso del aventurero caballero.
Alonso Quijano, un pobre loco que la amaba, ideó hacerse pasar
por don Quijote. Se puso una vieja armadura, montó en su
caballo y salió a los caminos a repetir las hazañas que Dulcinea
atribuía a su caballero. Cuando volvió al Toboso, Dulcinea había muerto.
Es muy curioso que, en realidad, el nombre de Dulcinea (atención
a la raíz etimológica de Dulcinea, que viene de la palabra dulce)
sea Aldonza, pues con este nombre circulaban en la época
numerosos chistes, cuentos y demás chascarrillos y burlas
muy populares. Como su amada no puede llamarse Aldonza,
pues todo el mundo se reiría de él, le tiene que cambiar
el nombre y le coloca un nombre, “alto, sonoro y significativo”.
Además, es importante decir que Dulcinea es un personaje
que sólo existe en la mente del otro personaje, tal es así que
los términos se invierten y se hace inconcebible un
Don Quijote sin Dulcinea y a la inversa.
Dulcinea, es para Don Quijote una dama muy importante.
Desde los Reyes Católicos, las damas de alta posición debían
saber letras humanas, pero Aldonza Lorenzo es una
paleta que no sabe absolutamente nada.
Así piensa don Quijote de Dulcinea:
“Y así, bástame a mí pensar y creer que la buena de
Aldonza Lorenzo es hermosa y honesta, y en lo de
l linaje, importa poco; que no han de ir a hacer la
información del para darle algún hábito, y yo me hago
cuenta que es la más alta princesa del mundo. Porque
has de saber, Sancho, si no lo sabes, que dos cosas
solas incitan a amar más que otras; que son la mucha
hermosura y la buena fama, y estas dos cosas se hallan
consumadamente en Dulcinea, porque en ser hermosa,
ninguna le iguala; y en la buena fama, pocas le llegan”.
Y ésta es la carta famosa que le
escribe y manda al Toboso:
“Soberana y alta señora:
El ferido de punta de ausencia y el llagado de las telas del corazón
, dulcísima Dulcinea del Toboso, te envía la salud que él no tiene.
Si tu fermosura me desprecia, si tu valor no es mi pro, si tus
desdenes son en mi afincamiento, maguer que yo sea asaz de
sufrido, mal podré sostenerme en esta cuita, que, además de ser
fuerte, es muy duradera. Mi buen escudero Sancho te dará
entera relación, ¡oh bella ingrata, amada enemiga mía!, del modo
que por tu causa quedo; si gustares de acorrerme, tuyo soy; y si no,
haz lo que te viniere en gusto; que con acabar mi vida habré
satisfecho a tu crueldad y a mi deseo.
Tuyo hasta la muerte,
El Caballero de la Triste Figura”
Cervantes eligió El Toboso para ubicar a Dulcinea con un marcado
sentido de comicidad. Por un lado, porque las tinajas más grandes
de La Mancha son de El Toboso, lo que nos lleva a pensar
que Dulcinea debía ser bastante rellenita. Por otro,
El Toboso de aquellos años era tierra de abundantes
cardos borriqueros, nueva referencia a lo poco agraciada
que debía ser la amada del cabllero andante más
famoso de todos los tiempos.
Breve historia:
La historia de El Toboso (Toledo) es la de un pueblo manchego,
de antiguo origen ibérico, de importancia estratégica
cuando las órdenes militares (perteneció a la de Santiago)
y una carga inmensa de evocación quijotesca.
Todo en El Toboso recuerda a Alonso Quijano, el hidalgo
manchego que alumbra con su idealismo el mundo, desde la Mancha.
Dulcinea es el personaje más curioso de toda la Literatura
española, pues El Toboso fue el único pueblo que se salvó
de la destrucción cuando las tropas napoleónicas asolaban España.
Decidieron que no atacarían El Toboso por ser la patria de Dulcinea
, de este modo el personaje literario trasciende la novela
para inmiscuirse en la realidad influyendo notablemente en ella.
Los edificios monumentales
Tres edificios tienen la declaración de Monumentos Históricos
en El Toboso: el convento de Trinitarias Recoletas,
la Casa de Dulcinea y la portada del convento de Franciscanas.
El convento de Trinitarias Recoletas es un edificio de
planta rectangular y dos alturas construido en el siglo XV
y restaurado en el XX, que posee dos torreones en la
fachada de la plaza, con su iglesia en una esquina y
un claustro central. Todo el conjunto pertenece al
estilo herreriano, excepto la iglesia, que es barroca.
La Casa de Dulcinea es realmente un palacio tradicional,
de hidalgos, que se construyó en el siglo XVI con planta
rectangular y dos alturas y una portada adintelada de
piedra que se remata con cornisa y dos escudos.
En la parte central, ocupando el ancho de la portada,ç
tiene una tercera altura a modo de torreón. La fábrica
es de mampostería con sillar en las esquinas, y el segundo
piso y el torreón blanqueados.
En el interior ofrece la típica estructura de un caserón manchego
con cocina y dependencias de labor en la planta baja,
huerto trasero y dormitorios en el segundo piso.
Tiene un simpático y evocador Museo quijotesco-manchego.
El convento de Franciscanas es una obra del siglo XVI
, restaurada en el XX, de estilo renacentista, de la que
sólo se conserva la antigua portada de la iglesia.
Además El Toboso ofrece de interés su iglesia parroquial,
dedicada a San Antonio Abad, y perteneciente
a la época ojival decadente del siglo XV.
La Casa de la Torre. Un lugar fascinante en
El Toboso de hoy es la Casa de la torre.
Se trata de un alojamiento rural rehecho
sobre una vieja casa de labor, de estructura tradicional manchega,
pero adecuada con todas las comodidades para vivir en este
siglo escuchando los sonidos de otros pasados.
La regenta Isabel Fernández Morales, y ofrece alojamiento,
cocina manchega auténtica, noches mágicas con recitales,
representaciones, tertulias y una dinámica cultura
l que siempre sorprende.
Un monumento de hoy para un lugar con encanto.
En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme,
no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en
astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor….
frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años
; era de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro,
gran madrugador y amigo de la caza. Quieren decir que tenía
el sobrenombre de Quijada, o Quesada, que en esto hay
alguna diferencia en los autores que deste caso escriben;
aunque, por conjeturas verosímiles, se deja entender
que se llamaba Quijana…”
Es posible que Cervantes empezara a escribir el Quijote
en alguno de sus periodos carcelarios a finales del siglo XVI.
Mas casi nada se sabe con certeza. En el verano de 1604
estaba terminada la primera parte, que apareció publicada
a comienzos de 1605 con el título de El ingenioso
hidalgo don Quijote de la Mancha.
Don Quijote es también un modelo de aspiración a un
ideal ético y estético de vida. Se hace caballero andante
para defender la justicia en el mundo y desde el principio
aspira a ser personaje literario. En suma, quiere hacer
el bien y vivir la vida como una obra de arte.
Se propone realizar todo aquello que pueda hacer perfecto
y famoso a un andante caballero”. Por eso imita los modelos,
entre los cuales el primero es Amadís de Gaula
, a quien don Quijote imita en la penitencia de Sierra Morena.
ç Como en la segunda parte don Quijote ya es
personaje literario —protagonista de la primera—, en su tercera
salida busca sobre todo el reconocimiento. Y lo encuentra en
quienes han leído la primera parte: Sansón Carrasco, los duques…
Ni siquiera cuando es vencido por el Caballero de la Blanca Luna
y tiene que abandonar la caballería andante renuncia a su
concepción de la vida como obra de arte:
El amor en las novelas de caballerías
El Quijote, una burla ingeniosa de las novelas de caballerías
. Se supone, sin embargo, que desde el siglo XIV ya circulaban
versiones de estos relatos. En las novelas caballerescas
sobreviven los temas y actitudes de la Edad Media:
la defensa del honor, la idealización de la mujer, el ejercicio
individual de la justicia. El héroe caballeresco es un paladín
(caballero que luchaba en la guerra y sobresalía por sus hazañas;
persona que defiende frente a otros una idea, una actitud)
que sale en busca de aventuras, y dispuesto a sostene
r con las armas, y contra cualquier tipo de enemigos,
los principios por los que lucha. El ámbito en el que se
mueve el caballero es fantástico; sus hazañas extraordinarias,
sobrenaturales: vence a gigantes y a seres monstruosos;
castillos, ínsulas, encantamientos, y hechos sobrehumanos
aparecen constantemente en el mundo novelesco de los
caballeros andantes; su vida es una cadena interminable de hazañas.
La literatura caballeresca establece claramente
una escala de valores: arrojo, belleza y lealtad
son las virtudes supremas del héroe, quien no
retrocede ante nada ni ante nadie, confiado
en su destreza para manejar las armas y en la
protección que le brindan los magos y encantadores.
Las aventuras concluyen siempre con el
triunfo del paladín, que encarna a la justicia.
El mundo de la literatura caballeresca encierra
personajes nobles: reyes, príncipes, damas
y doncellas. Las tierras que recorre el
protagonista son fantásticas.
Las novelas de caballerías tuvieron su auge
en España durante el siglo XVI y fueron
leídas con avidez. Se cuenta que el propio
emperador Carlos V, Santa Teresa
y San Ignacio de Loyola,
en su juventud, se entusiasmaron con esa
literatura de imaginación.
Este tipo de novela, en la que la acción tiene
más importancia que la psicología y en que los
personajes son una especie de paradigmas
de virtudes heroicas y sentimentales, tiene
sus orígenes en la literatura francesa del siglo XII.
Amadís de Gaula, publicado en 1504, es el
más original, importante y famoso de los libros
de caballerías españoles, género que se
cierra con Don Quijote , una burla ingeniosa
e implacable. Para terminar, apuntar que
“Don Quijote de la Mancha” es la obra
cumbre de la literatura española,
la figura de Don Quijote constituye uno
de los grandes símbolos del tránsito a la
modernidad, representa una de las imágenes
más universales de lo español y ha pasado a
formar parte del legado cultural de la
conciencia moderna.
ERNESTO.